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jueves, 21 de abril de 2016

Parasyte [Análisis]

AVISO: Este artículo puede incluir afirmaciones que hagan sentir mal o incluso ofender a algunos lectores. Toda crítica hecha hacia alguna obra es una opinión enteramente personal y no una verdad absoluta. Así mismo si no estás de acuerdo con lo dicho en esta crítica, puedes dejar un comentario expresando tu forma de pensar al respecto.
Hace ya tiempo que tenía pendiente ver este anime, pero debido a mi ajetreada agenda y mi larga lista, no había tenido ocasión hasta ahora.
Parasyte es un anime relativamente reciente (2014-2015) basado en el manga de Hitoshi Iwaaki y hecho por uno de mis estudios de animación japoneses favoritos: Mad house. Para quien no lo sepa, Mad house es la que llevó al anime joyas como Death Note, Monster o, una más reciente, One punch man. Quizá otro día haga un análisis de éstas, pero hoy vengo a hablaros de Parasyte.

Parasyte es una serie que se desarrolla en Japón, en un futuro no muy lejano. Resulta que una raza de criaturas extrañas ha venido a atacarnos de una manera poco sutil: se meten por nuestra nariz, nos controlan el celebro y, utilizando nuestro cuerpo como marioneta, empiezan a devorar humanos. Esperad que aún hay más, resulta que al protagonista, Sinichi Izumi, le está apunto de poseer uno de estos bichos cuando, gracias al poder de la conveniencia del guión, se salva y el parásito en vez de metérsele por la nariz se le mete por la mano y le controla el brazo, que no el celebro. Así que ahora el protagonista está en medio de los dos mundos: el de los parásitos y el de los humanos. Seguro que este argumento no os suena de nada (¿Verdad Kaneki?).

Vale, a lo mejor el guión es un poco tópico, pero lo sabe compensar muy bien con su desarrollo. Cuando te quieres dar cuenta estás enganchado y quieres saber que les pasa a continuación a los protagonistas. Sabe hacerse querer. Sabe sorprenderte sin tener que matar a un personaje principal, sabe hacerte sonreír sin tener que soltar una gracieta, sabe dejarte con la miel en los labios al final de cada episodio.
Por desgracia sufre de lo que he bautizado síndrome de One piece (Elegí One piece porque es el mejor ejemplo de esto, no porque me guste más o menos que otras series). Con síndrome de One piece me refiero a eso de lo que tanto abusa el guión de este Shonen: Van a una isla, hay un malo, conocen la historia de la isla, derrotan al malo, van a la siguiente isla. En Parasyte esto no está tan claro pero se puede entrever que aparece un villano, se habla sobre él, se reflexiona sobre lo que ha dicho, y se derrota.


Sin embargo, esto no es tan malo como parece a simple vista. Gracias a esta estructura partida, los temas están separados, porque este anime trata temas, y los trata bien. El anime habla sobre: el significado de ser humano, la relación madre hijo y el ecologismo. Los tres están divididos en cada una de las partes (en la introducción se trata lo que es ser humano y así siguiendo el orden), el hecho de manejar así el mensaje, lejos de estropear, mejora la experiencia pues los tres temas se unen en los dos episodios finales para dar lugar a algo mayor y más perfecto. Decir más no pasaría el control anti-spoilers.

Pero, el mayor problema del anime lo veo en sus personajes. No en los principales, sino en los secundarios. En una serie, los personajes secundarios deben estar tan bien hechos como los principales, por lo menos hasta el punto de que el espectador se preocupe levemente por ellos; mas Parasyte se olvida de estos personajes. Hace algo parecido a lo que hace con los villanos, se olvida de que existen cuando ya los ha utilizado.

El anime intenta compensar esta carencia con unos personajes principales bien hechos y genial desarrollados. No le termina de funcionar del todo, pero al menos consigue que se te olvide si no piensas en ello. Los personajes principales están bastante bien, con principales me refiero a: el protagonista, el brazo, la villana y la novia (Sí, habéis leído bien, la novia del protagonista es importante). Parasyte trata muy bien el cambio de su protagonista y su villana. Y en medio de ambos están el brazo y la novia como medidores de ese cambio. Cada opinión que dan es importante porque muestra lo que ha pasado. Claro que se acaba pasando de pedante, pero esto hace que aprecies más lo que vendrá después.

Recomiendo ver Parasyte porque es uno de los mejores animes del tipo “Chico normal cuya vida cambia” que he visto. Sus personajes enamoran, su historia atrae y su mensaje queda. Viendo los Shonen que hay últimamente por ahí éstas son grandes virtudes.




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