Echo de menos a aquel Burton. El inconfundible, el de los
momentos maravillosos, el desequilibrado que nos bendecía con cosas grotescas
pero entrañables, oscuras pero mágicas, aterradoras pero hermosas.
Algún día, espero volver a verlo.
El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares es una película
a la que le faltan muchas cosas y le sobran otras tantas, pero vayamos por
orden:
Esta es la historia de Jacob Portman, un adolescente que no
tiene amigos ni una buena relación con sus padres. Así que su única verdadera
compañía es su abuelo, el cual siempre ha estado con él para lo bueno y para lo
malo. Cuando este muere en extrañas circunstancias, Jacob empieza a ver una
especie de monstruos iguales a los que su abuelo describía en sus historias. En
estos cuentos le hablaba también de un orfanato lleno de niños
particulares, una niña que volaba, un chaval invisible, etc…
Así que para calmar su conciencia y pasar página decide ir a
donde su abuelo decía que ocurrían estas historias y así poder diferenciar
entre realidad y ficción. Encuentra un orfanato destruido por los años y se golpea
la cabeza, mientras está en el hospital por el golpe sueña con una historia
totalmente inverosímil sobre unos monstruos que quieren hacerse inmortales o
algo por el estilo. ¿Qué? Vale, está bien, lo del hospital me lo he inventado,
¡Pero todo lo demás es cierto!
En serio os digo que pocas veces he visto una historia que
desvaríe más que esta, y eso que he visto Naruto hasta el final. Sé que es la
adaptación de una novela y francamente, no la he leído, pero si en el libro la
historia era así no entiendo por qué merece una película. A parte de tener un
montón de agujeros argumentales, no está nada centrada. No sé si nos trata
sobre niños que deben esconderse porque el mundo no los acepta, sobre el tiempo
y las decisiones que tomamos o sobre como no hay que obsesionarse con una idea.
No veo la correlación.
Y además la guionista, Jane Goldman, me gusta bastante. Fue
la que escribió X-men: Primera generación y Kingsman. Pero también escribió X-men:
Días del futuro pasado. Cuando me enteré de esto último lo entendí todo, ya que
ambas películas se parecen relativamente. Pero mientras que Días del futuro
pasado era una excusa para reiniciar el universo X-men esta es una película más
pretenciosa, y falla estrepitosamente.
Pero es que, además, tampoco está del todo bien llevado el
ritmo, y con esto sí que no vale tirar balones fuera Tim. Mientras que la
primera mitad de la película es lenta y está pensada para crear contexto, la
segunda es rápida y está llena de acción. Ésto de por si no es malo, el
problema es que parecen dos historias completamente distintas. En Charlie y la
fábrica de chocolate al menos se mostraban flashbacks llamativos y además la
primera parte no duraba ni un tercio de la película. Pero es que este comienzo
ni siquiera hace su trabajo bien. El contexto que crea no parece completo ni
suficiente para lo que nos espera después, lo cual hace que muchas escenas y
personajes parezcan ridículos.
Y ya que estamos, los personajes están bastante bien
actuados. Salvo un par de interpretaciones extrañas, casi todos lo hacen
dándolo todo y haciendo lo posible por hacer su pale lo mejor posible. Una pena
que la mayoría de los actores apenas aparezcan en pantalla. Del protagonista no
vale la pena ni hablar, ya que no tiene apenas personalidad. Los niños
especiales no tienen papel alguno, esto causa que más que personas vivas
parezcan un circo: aparecen, nos muestran lo que hacen y no volvemos a verlos.
Solo destacan la chica que vuela, que es el romance forzado, y el marionetista,
que tampoco es que esté muy bien actuado.
Dicho esto, los que sí destacan son Miss Peregrine y el
villano: Samuel L Jackson. Eva Green hace fantásticamente de protectora de
niños, dulce pero severa.
Y en cuanto a Samuel
L Jackson, su personaje es horrible. No tiene historia, no tiene arco, solo
aparece al final de la película y no lo nombran hasta la mitad. Lo que destaca
es él es su interpretación, que ha pasado a ser mi favorita del actor. No se
puede describir con palabras, simplemente hay que verla.
Y sí, antes de que lo digáis, artísticamente es buena y
tiene muchos detalles y escenas típicas de Tim, pero no da el nivel esperado. Burton
no debería venderse a estas cosas porque muchos confiamos en él, muchos
esperamos su próxima película con ansias. Pero ahora ya no sé qué pensar. Debo
darle otra oportunidad, pero cuando pienso que este hombre es el que hizo todas
esas obras maestras lloro un poco por dentro. No quiero que se convierta en
Ridley Scott: Un director con obras maestras y auténticas basuras audiovisuales
conviviendo en su filmografía. Supongo que se decidirá en su próxima película… ¡¿Dumbo?!
¡Oh Dios mío!
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