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jueves, 12 de mayo de 2016

El Joker, el mejor villano posible






A los seres humanos nos fascina la maldad. La oportunidad de jugar con tus propias reglas, sin consecuencias posibles y hacer lo impensable está siempre dentro de nosotros, una bestia dentro de nosotros que espera despertar algún día. Este concepto se ha establecido en la cultura popular, quizás reflejando también la propia realidad, para crear rivales que puedan servir como oposición al héroe. Así nacen los villanos.
Como dije antes, a los seres humanos nos fascina la maldad, y por esto no es raro que la atención suela ir más hacía la figura oscura e imperfecta con la que, a veces quizás, nos sentimos más identificados que con el héroe. Darth Vader siempre atraerá más la atención que Luke y Albert Wesker impresiona mucho más que Chris, Jill y compañía. Pero hay un caso que destaca entre todos, un villano en particular que ha calado como ningún otro en la cultura popular y es una entera definición gráfica para el concepto de villano; el Joker.
El némesis de Batman se ejemplifica como el payaso más famoso (y aterrador con permiso de "It") y ha estado haciéndole la vida imposible al murciélago básicamente desde su creación hace más de 70 años ya.



¿Pero que le hace diferente a los otros muchos archienemigos del protagonista de x historia?
Pues una de las mayores virtudes de este psicópata es su relación con Batman. Ambos han tenido un pasado difícil, ambos se visten de formas variopintas y absurdas para sus actividades y ambos, en un sólo día, perdieron la cabeza. Porque Batman no es la persona más sana mentalmente del mundo que digamos (salir disfrazado de murciélago a pegarse con locos no es muy normal que digamos) y es un personaje con una mente muy compleja, un héroe impulsado por un sentimiento negativo que es la venganza y que siempre está en la linea entre la justicia y los monstruos a los que enfrenta. El Joker no es nada más ni menos que lo que sería Batman si rompiese la linea y el villano lo sabe, es por esto que su único cometido en la vida es llevar al héroe al límite, hacer que se rompa. Esto es una clara diferencia entre el Joker y otros villanos, la mayoría buscan sus propios fines. Puede ser dinero, control, venganza...pero el Joker sólo quiere enloquecer a Batman y llegará a cualquier lugar para conseguirlo.


Esto es quizás lo más aterrador de él, no tiene miedo a nada, ni a la muerte misma. Siempre tiene esa sonrisa enfermiza en su boca, esa muestra de crueldad y sádismo. Estamos hablando de un hombre capaz de dejar paralítica a una mujer para probar una teoría, secuestrar a una niña para sobornar a un pobre padre o cometer asesinato de todo tipo, seas un ciudadano anciano o un recién nacido. Anteriormente comenté que con los villanos te podías sentir identificado en el fondo, pues con el Joker esto es lo último que podrás sentir.


Este personaje siempre intentará dejarte destrozado física y mentalmente, va a intentar por todos los medios hacerte bajar y que no puedas levantarte jamás. Motivarte a abandonarlo todo, y esto es lo que contrasta con Batman. El caballero oscuro es un ejemplo perfecto de nunca rendirse, cueste lo que cueste, de vencer a tus miedos, de ser esa luz en la oscuridad, esa luz de esperanza que puede hacer retroceder al monstruo más espantoso que imaginemos.
Porque al fin y al cabo, todos tenemos un Batman y un Joker en nuestro interior. Ahora sólo queda decidir si seguir al frente y convertirte en el hombre que quieres ser (tal como lo hizo Bruce Wayne) o sucumbir a la bestia que espera en nuestro interior.


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