No soy un gran lector de cómic. A decir verdad, empecé a
leer en serio hace menos de un año y debo admitir que aún no estoy del todo
envuelto por este arte. Aunque poco a poco empiezo a verle su encanto, a veces
siento que lo que leo no se adecua a mis gustos; pero continuo porque me
entretiene.
Siendo sincero, solo puedo hablar de dos o tres cómics que
me hayan cautivado de verdad. Pero uno de ellos fue, sin duda alguna,
Daredevil: Born again, del maestro Frank Miller. En esta historia no solo
descubrí el lado profundo de los superhéroes, el cual ya había explorado con
Batman, sino que encontré una obra llena de simbolismo y de pasión como pocas
había visto hasta entonces.
Hecho esto, decidí ver la serie de este gran superhéroe, de
la cual había recibido muchos comentarios positivos. Y sin más preámbulos
empiezo a hablaros de Daredevil, la serie de Netflix.
Esta es la historia de Matt Murdock, un abogado ciego que
funda un bufete en el barrio de Hell’s kitchen (lindo nombre) junto con su
amigo Foggy. Pero resulta que, cuando nadie mira, Matt Murdock se pone una
máscara y, valiéndose de sus supersentidos de ciego radiactivo, les da tundas a
los villanos. Así Matt luchará por la justicia tanto haciendo de abogado como
haciendo de justiciero enmascarado.
El argumento os parece simple ¿verdad? Pues no estéis tan seguros.
Ésta no es la típica historia de superhéroes, se hecho
Daredevil es casi secundario, ésta es una historia de mafiosos, de bandas que
controlan la ciudad, de policía comprada, de drogas y de más. Y este argumento
queda perfectamente encuadrado por el ritmo. La serie empieza con lentitud, muy
lenta, más que casi cualquier serie que puedas ver en la televisión hoy en día,
pero poco a poco va mejorando. Daredevil pasó de que tuviera que forzarme para
verla a que desease continuarla en todo momento.
Aún con su buen argumento, lo que más destaca siguen siendo
los personajes. Daredevil, aún sin tener un muy buen reparto, tiene a unos de
mis personajes favoritos del universo cinematográfico de MARVEL.
Matt me parece increíble y muy novedoso ya que su historia
no es una a la que estemos acostumbrados. Normalmente cuando nos muestran los
inicios de un héroe nos suelen mostrar qué lo motiva a ser un héroe, una escena
de entrenamiento y ya está, ya es nuestro rompehuevos favorito. Aquí sin
embargo no es tan sencillo. Matt al principio apenas sabe luchar, de hecho, hay
una escena muy buena del segundo episodio en la que se ve como no para de caerse.
Pero poco a poco va convirtiéndose en el Daredevil que todos conocemos tanto física
como mentalmente.
Al villano, Wilson Fisk, le pasa algo parecido. No es
Kingpin, el malvado mafioso indestructible, es solo un mafioso que está en
medio de una batalla moral. Él quiere hacer de Hell’s kitchen un lugar mejor y
si para ello es necesario matar a unos cuantos pues que así sea. Pero conoce a
Vanessa, una mujer que trabaja en una exposición de arte. Ella hará que deje de
ser tan malvado e incluso puede que vislumbre la salvación al final.
Los demás personajes de sostienen, pero ninguno destaca
especialmente salvo quizás el periodista Ben Urich.
Pero resulta que ahora al que vea la serie le va a surgir
una duda, ¿Realmente Fisk es el malo?
No me malinterpretéis, obviamente es malo, pero Matt también
tiene problemas en cuanto a eso. Él desea matar a Fisk pero no puede por su
código moral. Es como en Death Note. Hay dos personajes con dos formas de
pensar distintas que chocan. Aún que he aquí está más claro con quién debemos
estar, al fin y al cabo, la serie se llama Daredevil. Y luego tenemos la lucha
interna del protagonista. “¿Debería seguir siendo el enmascarado?”, “¿Está bien
que quiera matar a Fisk?”; un poco visto, pero aun así se sostiene bastante
bien.
Me gustan los superhéroes. Me parece que representan una
manera muy interesante de ver al ser humano. Una faceta muy interesante de él.
Pero, últimamente no los veo tan bien. Las películas de superhéroes, poco a
poco, están perdiendo algo muy importante, a los verdaderos héroes, a las
personas. Iron man fue una gran película porque nos mostraba como un
multimillonario puede llegar a ser un héroe. Los vengadores nos enseñó como
cuatro hombres que no tenían nada que ver entre ellos se unían por un bien mayor.
Por eso necesitamos héroes como Daredevil, o mejor dicho,
como Matt Murdock. Dicen que Jessica Jones es de este estilo, y eso espero. Al
final los Defenders van a ser los héroes que necesitamos. Los que nos
recuerden que no hay que buscar humanos dentro de los superhéroes, sino superhéores
dentro de los humanos.