La impresión que me ha dado aquí es que Woody Allen nos quiere contar un cuento. Esto se evidencia en el mismo papel que tiene como narrador de la historia y también, bajo esa historia intenta meternos su principal mensaje en la cabeza, su gran enseñanza, la mayor aportación que puede dar al mundo: No os metaís en Hollywood.
Así es, toda esa trama romántica no es más que una excusa para enseñarnos el pozo de mentiras, engaños e hipocresía que hay en los grandes estudios. Mostrarnos como es una gran caca colorida y brillante que te atrae hacía ella y que solo acaba destrozando tus sueños y amargar tus esperanzas.
Bobby, interpretado por el cada vez más popular Jesse Eisenberg, es un pobre chico que intenta probar suerte en la más grande industria del momento. Este chaval rápidamente se da cuenta de que este infierno disfrazado de cielo no es lo que deseaba pero si se encuentra con algo, o mejor dicho, alguien, que si merece la pena.
Y esta es Vonnie, interpretada por Kristen Stewart, quién es las secretaria del tío de Bobby ( un pez gordo de los que a Allen les gusta tanto mofarse), interpretado por Steve Carell. Ambos empiezan una relación romántica y parece que vivirán felices para siempre...pero las cosas nunca son tan sencillas.
Esta película está muy apoyada en la actuación y por esto todos deben poder transmitir los fuertes sentimientos que inundan la pantalla y que son catalizadores de todo. Afortunadamente todos los actores hacen un buen trabajo (algunos más que otros, pero ninguno malo a decir verdad) y podemos disfrutar de unos planos que les permitan mostrar su talento de una forma natural en la que puedan darles consistencia a sus respectivos papeles.
Ahora, debo decir que, aunque por un lado me encantó la actuación de Kristen, hacía un personaje disfrutable del que resultaba creíble enamorarse a la vez que un buen ejemplo de como Hollywood corrompe a la gente, por el otro la actuación de su compañero protagonista si que se me resultaba un poco más complicada de tragar a veces.
Se suponía que Bobby debía ser un joven ingenuo y optimista, entusiasmado por conocer a los grandes gigantes del entretenimiento pero la actuación de Jesse me da la sensación de ver al típico pagafantas un poco pardillo que necesita una buena colleja. Gracias a dios, cuando se la dan el personaje cambia y Eisenberg hace algo más digno. Pero incluso aquí salí del cine con al sensación de que otros actores habrían hecho un trabajo mucho mejor creando a un personaje que se supone que debe ser empático.
Por el lado de lo argumental pues es aunque todo tenga un buen ritmo no deja de notarse que mucho no tiene muchas subtramas están ahí para rellenar. Es más, durante el visionado de la cinta, me ha llegado a dar la sensación de que la propia trama principal también lo está. Esto se debe al objetivo de Woody Allen de criticar todo lo que pueda a Hollywood, aunque haya que tejer diferentes historias para terminarlas de cualquier manera.
Por ejemplo, estaba esperando a ver que podían aportar la historia del matrimonio feliz a la trama, ver como su propio afluente desembocaba en el río que es la trama y...nada, podían quitarlos de ahí y no pasaría nada.
Otras, como la historia del hermano mafioso de Bobby está hecha con un objetivo en la vida de este y nada más. Esto se demuestra por como se corta inmediatamente nada más llegar aquí, desechando todo ese problema.
En conclusión, a pesar de meter un relleno tremendo al film, Allen empieza a acelerar mucho la historia rumbo al final, algo que daña considerablemente a toda la estructura de la película.
Entonces...¿Es una mala película? No, pero podría haber sido mucho más si no se conformase con un par de chistes hacía los judíos y una trama romántica con gangters e infidelidades de por medio para hacerle el corte de manga a la industria.