Os voy a ser sincero, hace unos tres meses que terminé
Bleach. Llevo ya demasiado tiempo dejando reposar este manga y creo que tengo
que analizarlo. Es ahora o nunca. Así que permitidme que, en vez de analizar
los últimos ochenta y seis episodios, decida hacer una crítica global del que
en su día fue uno de los mayores shonen de todos los tiempos.
Lo que más destaca con diferencia son sus personajes, no
porque sean especialmente complejos, sino por lo llamativos que son sus
diseños. Kubo sabe hacer que cada enemigo se sienta como una nueva amenaza. Mi
ejemplo favorito de su genialidad es el agujero de los Arrancar, el cual sitúa
donde más le place para transmitir diferentes sensaciones.
Pero ni los mejores diseños del mundo pueden ocultar la
repetición a la hora de hacer villanos. Mi problema con los villanos de Bleach
es que, al final, no importa si lo llamas Fullbring, Quincy o lo que sea, todos
tienen poderes similares. Al principio se veía la diferencia entre Shinigamis,
Arrancar y Quincys pero si resulta que puede existir un Shinigami cuyo poder
sea interpretar una comedia en tres actos, un Arrancar que puede separarse de sí
mismo y un Quincy que modifica el mundo a partir de su imaginación; la
clasificación pierde el sentido.
En cuanto a los personajes principales: los protagonistas
son todos demasiado planos. Acaban el manga igual que lo empezaron y no llegan
a ser lo suficientemente carismáticos como para que se lo perdone. El único que
hace un amago de avanzar es Ichigo, pero solo sucede en los primeros capítulos
y es un arco que apenas lleva a alguna parte (sin olvidar que lo destrozan
completamente con todo el rollo de los Quincy).
Y, sin embargo, a pesar de lo anteriormente mencionado,
entiendo a las personas que les gusta. Kubo nunca quiso hacer un manga
especialmente complejo y desde luego es entretenido. No es de mi agrado, pero
tampoco puedo decir que haya sufrido leyéndolo, no es un shonen que supere a la
media, pero tampoco es de los peores. Es un manga más, que fue reconocido en su
momento como un grande hasta que se marchitó hace poco.
Así que supongo que esto es todo. Cierro este capítulo de mi
vida que bien largo que ha sido y pasamos a otra cosa. Me estoy haciendo mayor
para estas cosas pero a pesar de todo, creo que a partir de ahora siempre
estaré pendiente por si a alguna shinigami le da por aparecer en mi habitación.
Arcalaus